La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Proverbios 15:1
El amor de Dios es reflejado a través de nosotros mediante nuestros actos, palabras y pensamientos. Es fácil actuar de manera hipócrita cuando estamos con otras personas, nuestros pensamientos sólo Dios los conoce, por eso hablamos a las espaldas cuando de frente son solo sonrisas, decimos «Dios te bendiga» cuando no es lo que realmente pensamos. Pero cuando se trata de las palabras a veces pueden salirse de nuestro control, especialmente cuando estamos enojados con alguien. En medio de la ira solemos reaccionar por impulso, gritamos, contestamos feo, decimos cosas de las que luego nos arrepentiremos. Dios a traves de su infinito y misericordioso amor nos enseña que la falta de dominio propio nos vuelve vulnerables a los ataques de satanás. Él en su palabra nos dice que el amor:
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
1 Corintios 13:5
Este es el verdadero amor que Dios quiere que mostremos al mundo. Él no quiere hipocresía ni falsas palabras, Él conoce nuestros pensamientos y lo que verdaderamente hay en nuestro corazón. Él quiere corazones sinceros, ansiosos por experimentar su maravilloso y perfecto amor.
En la medida que le busquemos vamos a adquirir la paciencia necesaria para actuar de la manera correcta, el que tengamos o no la razón en medio de una discusión no nos permite alzar la voz para corregir. Mostremos al mundo lo que es verdaderamente ser un cristiano.
Dios los bendiga
Alexandra Villamarin – Ministerio Juvenil Agua de Vida