Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.
Eclesiastés 2:11
El predicador en el libro de eclesiastés nos habla de lo vana que es la vida. Tanto que corremos! Tanto afanarnos cada día por tener, por alcanzar y al final ¿ Qué nos queda?
Piensa en todos los afanes y preocupaciones que tienes en estos momentos… ¿Qué serán estos afanes en la eternidad? Lo que te preocupa hoy ¿estará en la eternidad? Seguramente la respuesta es: No
El trabajo en el que te ocupas hoy y que muchas veces te quita la paz, no estará. Las cosas que te preocupas por conseguir hoy, tal vez mañana ya no estén…
¿Entonces cuál debe ser la razón principal de nuestra vida? Hacia donde debemos encaminar nuestras fuerzas?
El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
Eclesiastés 12:13
El sentido de la vida está entonces en buscar a Dios y vivir para el. Con esto no te digo que no estudies, que no trabajes, que no persigas una meta. Pero si te digo que la razon principal de tu vida no esté en estas cosas y no permitas que te ocupen tanto que te alejen de Dios pues la vida sin Dios: ES VANIDAD
Bendiciones
Sandra Jara – Ministerio Agua de Vida