Dirigiéndose a todos, declaró: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida , la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará.
Lucas 9:23-24 NVI
Negarse así mismo es algo que a nosotros nos cuesta demasiado, pues nuestra naturaleza humana quiere siempre tener el control y dirigirse así misma, sin embargo nuestro espíritu busca agradar a Dios y esto crea una lucha permanente entre el hacer la voluntad de Dios y hacer la nuestra.
Y realmente es muchísimo el tiempo que podemos perder en esta lucha, rehusandonos a dar nuestro brazo a torcer incluso muchas veces en nuestra terquedad buscamos un punto de equilibrio entre las dos solo para darnos cuenta que con Dios no funciona así, pues El quiere una rendición total, quiere que nosotros le entreguemos todo lo que somos para así poder cumplir su propósito en nosotros.
Sin embargo hay algo que siempre me ha impresionado acerca del carácter de Dios y es lo apasionado que está Él por las personas, que incluso está dispuesto a llevarnos al límite en esta lucha para que finalmente nos rindamos y lo dejemos hacer su voluntad en nuestra vida Y cuando pienso en esto siempre se me viene a la mente la historia de Jonas, alguien que estuvo totalmente dispuesto a hacer su voluntad y huir de la presencia de Dios, pero es tan grande el amor de Dios que no dejó que esto pasará, si no que llevó a Jonás hasta el límite y lo venció logrando así que Jonás cumpliera su propósito.
»Al sentir que se me iba la vida , me acordé del Señor , y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo.
Jonás 2:7 NVI
Lo mejor que le pudo haber pasado a Jonás fue que ese pez se lo tragara, porque fue así como el logro volver a Dios, fue así como conoció realmente a Dios y fue así como finalmente pudo rendirse y permitir que Dios hiciera lo que tuviera que hacer en su vida.
y eso es lo que más me impresiona que apesar de que nosotros le podamos dar la espalda y decir Dios no quiero nada contigo, El no se rinde con nosotros y nos da pelea y nos vence, y luego de que estamos vencidos nos damos cuenta que es lo mejor que nos ha pasado porque finalmente estamos con Dios y estamos experimentando su gran amor.
Es por eso que hoy yo los invito a que no luchemos más con Dios, si no que nos rindamos a su voluntad y dejemos que su gran amor y todas sus bendiciones lleguen a nuestra a vida.
Dios los bendiga feliz día
Juan David Jara Rosas – Ministerio Juvenil Agua de Vida