En el momento que permitimos la entrada de ciertas cosas a nuestra vida, cosas que no son de Dios, el diablo se encarga de utilizarlas muy sutilmente para que poco a poco nos enfriemos. Por ejemplo: La música, esa que a veces tanto nos puede llegar a gustar tanto y a veces decimos: Sólo es música, no me va a pasar nada. Nada? Con total seguridad puedo decir que la música es un tema realmente delicado, es muy difícil escuchar dos tipos de música a la vez, yo prefiero no hacerlo como puede que algunos de ustedes si, pero no es lo mismo, no es lo mismo cuando dejamos que esa música suene más en nuestra casa que la que nos invita a alabar a Dios. No digo que sea malo pero hay que tener cuidado con temas como ese y muchos otros que atraen la atención de los jóvenes y adolescentes, porque poco a poco invertimos más tiempo en esas cosas que en fortalecer nuestros lazos con Dios y es ahí cuando comienza el problema.
Los ojos con los que veíamos a Dios no son los mismos y nos volvemos indiferentes con Él, mientras nuestro Espíritu puede estar clamando que le prestemos atención. Él realmente nos ama, es una persona tan dulce, tierna y sensible, que tales actitudes lo entristecen increíblemente hasta el punto de apagarse, no sin antes haber intentado evitar que te apartaras.
Cuando nos alejamos la pasión que sentíamos por Dios desaparece, ya no nos importa orar o no y como no tenemos temor de Dios podemos sacar lo malo de nosotros para mostrárselo al mundo.
Puede que estés alejado de Dios, sigues yendo a la iglesia sólo por cumplir, por evitar comentarios de la gente o complacer a la familia, pero no hay nada dentro, sólo un vacío en tu ser.
Es realmente triste y me duele pensar en cada persona que se ha apartado y mi deseo es que cada uno de ellos y ustedes vuelvan a su primer amor si están apartados o busquen más su rostro.
Nuevamente les digo, el Espíritu Santo es una persona realmente maravillosa, la vida con Él nunca es monótona y cuando lo conocemos realmente entendemos el sentido de la vida cristiana, si no en algún momento nos aburriremos.
No lo apaguemos, su amor y bondad son infinitos, Él quiere que lo tengas en cuenta para que pueda llevarte al Padre, Él te esta esperando con sus brazos de amor totalmente abiertos extendidos a ti, está ansioso por tenerte de vuelta y abrazarte tan fuerte que experimentarás la sensación más hermosa y valiosa del mundo, ya nunca volverás a ser el mismo.
Alexandra Villamarin – Ministerio Juvenil Agua de Vida