Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.
36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas.
37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
MARCOS 4:35-38
En un momento de calma, Jesús le aseguró a sus discípulos que llegarían a un lugar determinado, al otro lado del lago. Jesús se durmió en la barca y mientras atravesaban el lago, se levantó una fuerte tormenta que llegó a aterrorizar a pescadores expertos.
El hecho que tengas una promesa no quiere decir que no tendrás tempestades, ni dolor. Pero la promesa es real. No dudes, camina con fe, sin renegar por el día a día y debes saber que Dios cumplirá su propósito si tu crees y permanece fiel.
Jesús se levantó, reprendió los vientos e inmediatamente todo se calmó. No obstante los exhortó por su falta de fe.
Recuerda lo que el Señor te dijo: Pasaremos al otro lado
¡Ánimo y un abrazo grande!
Alejandro Vargas
