Jeremias 18: 3-6
18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
18:4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
18:5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
18:6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
Cada uno de nosotros somos como ese barro en la mano del alfarero, Dios siempre esta trabajando en nosotros y moldeandonos, pero lo que mas me llama la atención es que aunque la vasija se echó a perder en las manos del alfarero, El no la desecho, si no que la restauro e hizo una mejor.
El enemigo siempre buscara apartarnos de la mano de Dios y muchas veces usara nuestros propios errores para lograrlo, sin embargo debemos saber que a pesar de nuestras debilidades y de los errores que cometamos Dios no nos desecha, por el contrario si se lo permitimos el nos restaurar y nos hará mejores.
A veces por nuestra mente puede pasar la idea de que mejor buscamos a Dios cuando estemos bien, pero por nuestras propias fuerzas eso no es posible, por eso debemos buscar estar siempre visitando la casa del alfarero con un corazón dispuesto a dejarse moldear por las manos de Dios y con la certeza de que todo lo que El hace por nosotros, es para nuestro bien y para que hacemos mejores en El.
Incluso aunque pensemos que estamos quebrados y echados a perder, Dios en su infinito amor y misericordia nos restaurara.
Bendiciones Feliz Día para Todos
Juan David Jara Rosas – Ministerio Juvenil Agua de Vida