Así dice el Señor omnipotente a estos huesos: ‘Yo les daré aliento de vida, y ustedes volverán a vivir.
Ezequiel 37:5 NVI
Hay un término común entre los deportistas el cuál se llama el segundo aire o segundo aliento, y a lo que se refiere es a la reacción que se produce en el organismo cuando este deja de sentir ese cansancio físico al momento de hacer ejercicio, la sensación que se experimenta es como si de repente el ahogo, esfuerzo, ansiedad y cansancio desaparecieran, y se siente como el cuerpo se estabiliza y recobra sus fuerzas.
Algo parecido nos sucede cuando experimentamos la presencia de Dios, personalmente he podido sentir como el Espíritu Santo puede hacer que todo mi cansancio y todas mis preocupaciones se hagan a un lado, mientras el me llena de su paz y renueva mis fuerzas. De este modo puedo seguir adelante porque aunque las circunstancias sigan en contra Dios ha soplado su aliento en mi y me ha llenado de lo necesario para poder seguir adelante.
Cuando hacemos las cosas por nuestras propias fuerzas vamos a terminar desgastados, tal vez desesperados y sin poder ver una salida, pero cuando buscamos la presencia de Dios y dejamos que el sople su aliento de vida en nosotros encontraremos la fortaleza para el día a día y tendremos paz en nuestro corazón pues estaremos confiados en que Dios nos llevará a Puerto seguro.
Dios los bendiga feliz día.
Juan David Jara – Ministerio Juvenil Agua de Vida