Santa Biblia Reina Valera 1960 – Juan 8
7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Buenas tardes para todos
Unos hombres llevan a una mujer adúltera ante Jesús esperando que él la condene sin embargo Jesús les recuerda a todos y nos recuerda a nosotros que ninguno está libre de pecado y que no es nuestra misión condenar, ni juzgar sino amar y acercar a la gente a Dios.
Ciertamente la mujer había hecho mal, pero Jesús la recibió con misericordia, no la criticó, ni le dio un sermón, le dijo simplemente: «ni yo te condeno», tampoco le dijo no te preocupes estás haciendo bien sino que fue directo y le dijo: «vete y no peques más»
Jesús nos enseña en ésta ocasión que con el pecado debemos ser directos: » no peques más», pero con el pecador debemos ser misericordiosos y amarlo pues nosotros mismos también somos pecadores sólo que somos pecadores limpiados por la sangre de Jesús, sólo por él, no por nosotros mismos.
Es cierto que hoy en día muchas cosas que suceden en nuestra sociedad nos indignan y molestan pues contradicen los principios bíblicos. Seamos claros, «de una sola pieza» y directos en cuanto a la verdad y la pureza, pero no aborrezcamos al que no piensa o actúa como nosotros, amemosle y mostremosle el amor de Cristo. Cristo aborrece el pecado pero ama al pecador imitemosle.
Sandra Milena Jara – Ministerio Agua de Vida