Llegó el día en que los ángeles debían hacer acto de presencia ante el Señor , y con ellos se presentó también Satanás . Y el Señor le preguntó: —¿De dónde vienes? —Vengo de rondar la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro —le respondió Satanás. —¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? —volvió a preguntarle el Señor —. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal. Satanás replicó: —¿Y acaso Job te honra sin recibir nada a cambio? ¿Acaso no están bajo tu protección él y su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido la obra de sus manos que sus rebaños y ganados llenan toda la tierra. Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara! —Muy bien —le contestó el Señor —. Todas sus posesiones están en tus manos, con la condición de que a él no le pongas la mano encima. Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del Señor .
Todos conocemos a Job, dice la Escritura que Job era un hombre intachable y justo a los ojos de Dios y que como todos tuvo que enfrentarse a la mayor prueba de su vida. Pero antes de esto encontramos una conversación entre Dios y Satanás.
Qué pasaría si cambiáramos el nombre de Job por el nuestro?
Diría Dios ¿Te has puesto a puesto a pensar en mi sierva Alexandra? No hay en la tierra nadie como ella; es un mujer recta e intachable, que me honra y vive apartada del mal.
Mi siervo Daniel, Leidy, Johana, Sandra, Juan, Mercedes, Alejandro, Cristian, Mayra y cada uno de los que se encuentra leyendo esto
Podría Dios decir eso de ti y de mi?
Él conocía perfectamente a Job y sabía que su amor era real, por tanto permitió a Satanás hacer lo que quisiera confiadamente, pues sabía que no iba a fallar, solo no le permitió tocarlo a Él
Podría confiar Dios en nosotros y decir:
Todas sus posesiones están en tus manos, con la condición de que a él no le pongas la mano encima, con la seguridad de que no resbalaremos, no lo culparemos, no reclamaremos, no nos alejaremos, solo adoraremos y daremos gracias?
Hoy te invito a que hagamos un auto análisis, estamos realmente sirviendo a Dios por quien es o por lo que nos puede dar? Porque si lo que buscamos es su mano, más temprano que tarde nos decepcionaremos, no porque no tenga poder para hacerlo sino porque Él no se mueve por nuestros caprichos, pero si realmente lo hacemos porque lo amamos Él nos guardará de todo lo que quiera hacernos daño y seremos properados, a parte viviremos una vida con sentido y propósito.
¡Que Dios pueda decir de nosotros
No hay en la tierra nadie como ellos; son un pueblo recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal.!
Feliz día para todos
Dios los bendiga
Alexandra Villamarin – Ministerio Juvenil Agua de Vida