Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria 2ª Corintios 4:16-17
Si aprendemos a confiar en Dios, podemos esperar ser renovados continuamente a pesar del desgaste de la vida diaria y de la guerra que libramos.
Toda prueba termina, Charles Spurgeon dijo alguna vez, “Dios envía la aflicción y la quita”.
Si somos aprobados en la prueba, obtendremos un cada vez más excelente pero de gloria, ganaremos recompensas que nadie nos podrá quitar.
Alguien dijo alguna vez:
“No, te aflijas por no entender el misterio de la vida; detrás del velo se ocultan muchos goces”.
Recuerda que la vida es pasajera, disfrútala, vívela, cuando sea necesario súfrela, todos los días afróntala, pero siembra para la eternidad, porque si no lo haces la habrás desperdiciado.
“Él escribe con caracteres demasiado grandiosos
que nuestra corta vista no llega a comprender;
nos valemos de nuestros débiles trazos,
y tratamos de desentrañar todo el misterio
de las marchitas esperanzas de muerte, de vida,
de guerras interminables, de lucha improductiva.
Pero allá, con visión ensanchada y más clara veremos esto:
Que Dios obró bien.
Que Dios obro bien” John Oxenham. 1613.
Bendiciones
Alejandro