(Juan 15:1-5)
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. “Juan 15:1-5
La vid es Cristo, yo soy la rama, el Espíritu Santo es la savia que fluye de la vid hacia la rama. La rama vive, crece, lleva fruto permaneciendo sin luchar.
Usted no fue llamado a producir fruto, fue llamado a llevarlo
No son sus esfuerzos, es su dependencia de Él, le invito a que le crea hoy a Dios, a que permita que lo llene con su Espíritu.
Recuerde, no somos productores de fruto, solo somos personas que debemos llevarlo.
Bendiciones
Alejandro