Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.
Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.
Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.
Josué 14:10-12.
En esta mañana quiero darles este devocional basado en una porción del libro de Josué,donde Caleb siendo una persona de edad madura (para ese tiempo) no olvidó la promesa que Dios le había dado a través de Moisés muchos años atras…. Caleb nunca olvido aquella promesa y aún más, sabiendo que el camino para lograr su objetivo estaba lleno de guerras y obstáculos… Es de admirar que después de 40 años, Caleb anhelaba ir a pelear por lo que Dios había prometido…
En este tiempo tanto a ti como a mi, no nos toca ir a la guerra física para alcanzar las promesas que Dios nos ha dado, pero estoy seguro q todos nosotros tenemos Luchas espirituales que en ocasiones nos ganan el round, que nos hacen desfallecer, que nos impulsan a dejar todo tirado, pero pregúntate hoy… Estas dispuesto a luchar por tu tierra prometida?? Dejarás que la guerra o los enemigos te ganen la batalla?? Tiene la suficiente FÉ en Cristo para llegar a tu meta?? Queridos hermanos luchemos por las promesas de Dios, nunca es tarde para iniciar o retomar una meta en Cristo, a pesar que el enemigo haya pegado muy fuerte, tenemos un Dios que cuida de sus hijos y no los deja solos… Este devocional lo escribe un persona a la cual los últimos dos años le han pegado hasta donde no más poder, me han tirado al piso y he quedado allí por un buen tiempo… Y cuando recibí mi peor golpe… Dios me dió la siguiente palabra… «Donde tú naciste, tu hermano muere, pero gracias a mi misericordia la muerte de tu hermano dió vida a tu vida»… Y hoy puedo decir que la muerte de mi hermano es lo peor que he vivido pero por la misericordia de Mi DIOS aún estoy a tiempo de luchar por mi salvación… Feliz dia, Dios los bendiga
Crhistian Rodriguez – Ministerio Juvenil Agua de Vida