Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 5:13-16
Jesús dijo que nosotros sus seguidores, sus discipulos, somos la luz del mundo y la sal de la tierra. Nos dice que estamos llamados a alumbrar, a dar sabor, a ser testimonio de él,
pero también nos advirtió que debiamos cuidar de mantener esa llama encendida, de no esconderla de no permitir que la pureza y la blancura de esa sal se contamine para que pueda seguir cumpliendo su misión de preservar y ser testimonio.
Comienzan las fiestas decembrinas y con ellas las invitaciones a muchas prácticas que no son agradables a los ojos de Dios tales como la idolatría, el consumo de alcohol, drogas, sexo fuera de lo ordenado por Dios etc…
Hoy quiero invitarte a que te reafirmes como sal y luz. Es nuestro testimonio el que habla de Jesús y su cambio a nuestra vida. Dice la palabra que por nuestro testimonio los hombres glorifican a Dios.
Así que brilla ✨✨✨hoy con lo mejor de su luz, guarda tu vida, cuida tu testimonio y mantente puro para que tu predicación esté respaldada por tus acciones.
Bendiciones
Sandra Jara – Ministerio Agua de Vida