Conocer a Dios no se limita simplemente a unas cuantas palabras, unos cuantos hechos, a las circunstancias, al tiempo o algunos argumentos.
Conocer a Dios es muchísimo más que eso, es tan sencillo como a la vez puede ser complejo, no se trata de una simple relación superficial donde nos acordamos de su existencia sólo cuando una situación se sale de nuestras manos, Dios es tan real como el aire que respiramos, su voz es tan audible como la de otra persona, sus manos, abrazos y caricias son tan reales y suaves como el abrazo de una madre o un padre a sus hijos incluso muchísimo más tranquilizante. No hay nadie más en el mundo que pueda llenar con el gozo y alegría que llena el saber que Dios está presente en nuestras vidas.
Entonces sabiendo eso, por qué nos limitamos a algo tan superficial y efímero cuando Dios en su infinita eternidad pensó en nuestro respirar y nos ofrece muchísimo más que eso?
Por eso nuestro deseo debe ser estar con Él, adorándolo sin parar por lo que Él es, nuestro verdadero llamado independientemente de la labor que tenemos es a ser adoradores y si la adoración es un estilo de vida que busca exaltar a Dios por quien es independientemente de que haga lo que nosotros queremos o no, realmente estamos adorándolo?
Que nuestro diario vivir sea una canción de adoración grata para nuestro Dios que todo lo da por nosotros.
Feliz día
Bendiciones
Alexandra Villamarin – Ministerio Agua de Vida