Deseo iniciar este devocional con unas preguntas:
1. ¿Cuántas cosas has hecho hoy?
2. ¿ Has puesto tu alma y corazón en cada cosa que has hecho?
3. ¿ Lo que has hecho, como para Dios lo hiciste?
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Colosenses 3:23-24
Sabías que con todo lo que tu haces en tu casa, en tu trabajo, colegio o universidad estas sirviendo al Señor. Hay personas que escudan su rebeldía diciendo que ellos solo le obedecen a Dios; pero cuando te sometes a las autoridades, cuando haces tu trabajo con amor, cuando das lo mejor de ti, estás sirviendo a Dios.
No te preocupes por lo que piensen los hombres, a menudo al dar lo mejor, al decir la verdad, al hacer las cosas bien nos metemos en problemas o nos tildan de «sapos», «lambones» y muchas cosas más. Pero recuerda que es a Dios a quien sirves que a quien debemos agradar es a él. Que nuestro trabajo debe ser reconocido por la excelencia y la dedicación, eso también es testimonio. Dios nos ha llamado a ser cabeza y las cabezas llegan allí porque han estudiado, se han esmerado y tienen el respaldo de Dios. Es de muy mal testimonio llamarme cristiano y ser el último de la clase, el más indisciplinado, el que no entrega a tiempo o el que hace las cosas mediocremente pero siempre hay una oportunidad para cambiar.
Hoy te invito a esforzarte en el nombre de Jesús, a buscar la excelencia en todo lo que hagas buscando servir con lo mejor a nuestro Dios para que los hombres conozcan que somos de Él y que el nos envió para ser sal y luz.
Bendiciones
Sandra Milena Jara – Ministerio Agua de Vida