«Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas».
Ap 4:11 NVI
porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él.
Col 1:16 NVI
En la Iglesia cantamos una alabanza que dice: «No a nosotros oh Dios, sino a tu nombre sea dada la gloria», Y es sobre lo que quiero que reflexionemos hoy, es Dios mi prioridad? o soy yo ? debemos tener mucho cuidado de no engañarnos y caer en la trampa de creer que lo que sucede es por nosotros, cuando la verdad es que nosotros solo somos instrumentos usados por Dios, a pesar de nuestras fallas y debilidades El en su gran misericordia nos sigue usando.
Hay muchas falsas doctrinas que tratan de colocar al ser humano como el centro de todo, y muchas personas también se han desviado del camino y han empezado a tomar el crédito, incluso a veces nuestras oraciones solo tratan de nosotros mismos, de mis necesidades de lo que quiero que Dios me de y dejamos a un lado el verdadero sentido, ¿que necesitas que yo haga Dios? ¿como puedo ayudar a extender tu reino? ¿que es lo que tú quieres y cuáles son tus deseos? la verdad es que nosotros somos muy pequeños incluso comparados con las otra criaturas creadas por Dios pero muchos caen en el error de pensar que es Dios quien nos sirve, Cuando la verdad es Cada uno de nosotros fue creado para la honra y gloria de Dios, ese es nuestro propósito glorificar y exaltar a Dios, creador de todo cuanto existe el único digno de recibir toda gloria y honra.
Hoy yo te invito a que le demos a Dios el lugar que se merece en nuestras vidas, el que siempre le ha pertenecido, que Dios sea nuestro centro, es cierto que todos tenemos necesidades, pero que esta no sea la base de nuestra relación con Dios, busquemos su rostro su presencia, su esencia y sirvamosle de todo corazón porque este es el sentido de la vida, vivir para El.
Juan David Jara Rosas – Ministerio Juvenil Agua de Vida