Salmos 41:1-2
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El Señor los rescata cuando están en apuros.
El Señor los protege
y los mantiene con vida;
los prospera en la tierra
y los rescata de sus enemigos.
Muchas veces nos podemos preguntar porqué el Señor hace prosperar más a unos que a otros, y con el paso del tiempo me he dado cuenta de algo. No se trata solamente de dar a Dios lo que le corresponde. Si bien es cierto, entregar a Dios parte de todo lo que nos da es una forma de agradecimiento y cuando somos obedientes en esto, Él nos multiplica aún más, pero hay otra parte de la que no podemos olvidarnos. Dice la palabra de Dios que «…más bienaventurado es dar que recibir» (Hechos 20:35)
¿Sabe? Una hermosa forma de honrar a Dios es reflejar el amor de Cristo a otros con nuestras vidas, con nuestro actuar. A veces me aterran aquellos «cristianos» que son egoístas, que piensan primero en sí mismos antes que en el otro, que teniendo para bendecir se guardan para ellos solos, pero cuando se habla de iglesia son los primeros en jactarse de sus actos.
El Señor bendice a aquellos que le agradecen devolviéndole una parte de lo que Él les da, pero a aquellos que no solamente se quedan ahí, sino que se llenan de amor y generosidad por otros, los llena de alegría, los rescata, los protege, los mantiene con vida y los prospera.
¿Quiere ser un cristiano bienaventurado? Preocúpese más por el «dar» que el «recibir». Cuando dejamos de pensar en nosotros mismos, Dios puede obrar de muchas maneras en nuestra vida. A veces ese dar puede implicar algo de sacrificio, puede implicar abstenernos de gustos propios para dar alegría a otro, e incluso, a veces puede significar dar aún cuando no tenemos de sobra. Pero, ¿sabe qué es lo bonito? Que cuando es con amor eso ya no se llamará sacrificio, cuando se da con placer no se piensa en lo que ya no podremos tener, sino que la sonrisa de ese alguien será nuestra recompensa, porque cuando sabemos lo que es vivir en necesidad no nos costará dar a otro lo que incluso, podría hacernos falta a nosotros. Dios nos llene de su amor y su bondad para reflejarlo a otros a través de nuestros actos.
Bendiciones para todos
Feliz día
Alexandra Villamarin – Ministerio Juvenil Agua de Vida