NTV Salmos 119: 89-93
Tu eterna palabra, oh Señor, se mantiene firme en el cielo. Tu fidelidad se extiende a cada generación, y perdura igual que la tierra que creaste. Tus ordenanzas siguen siendo verdad hasta el día de hoy, porque todo está al servicio de tus planes. Si tus enseñanzas me hubieran sostenido con alegría, ya habría muerto en mi sufrimiento. Jamás olvidaré tus mandamientos, pues por medio de ellos me diste vida.
Cuan hermosa es la palabra de Dios que cada día nos alienta, alimenta, consuela, exhorta, anima, nos sana, liberta……..
Pero muchas veces la tenemos en poco y hasta la olvidamos desconociendo lo poderosa que es y lo efectiva en momentos de angustia.
La palabra de Dios perdura en el cielo como en la tierra, es la voz de Dios cada día, no miente, es eterna.
Los versículos anteriores afirman que son el sustento en medio del dolor, cada día que tu y yo la leemos y permitimos que nos alimente se convierte en bálsamo que cura las heridas y reconforta el alma cansada y sedienta de la presencia de Dios.
No menosprecies la enseñanza de la palabra de Dios, extiéndela a tu casa, llévala a tu hogar, dale un lugar especial en tu corazón, medita en ella continuamente y obtendrás descanso y victoria en tu vida y en la de tu familia.
Feliz día
Fabiola Vargas – Ministerio Agua de Vida