Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
2 Timoteo 4:1-4 RVR1960
Buenos días
Este llamado que le hacía Pablo a Timoteo sigue vigente y aplica para cada uno de nosotros, y hoy más que nunca es necesario que el pueblo de Dios se levante y predique el verdadero evangelio, pues actualmente estamos en tiempos en los que el temor de Dios se ha perdido y las nuevas generaciones le han dado la espalda, son muchos los que no creen en un Dios y también muchos los que dicen creer en Dios a su manera.
El mundo niega que haya una verdad absoluta y a lo malo han empezado a llamar bueno y a lo bueno malo. Por eso es tan necesario que nosotros que conocemos la verdad la prediquemos, esto no es un secreto que deba guardarse, es algo para contar a todo el mundo. compartamos acerca del amor y la misericordia de Dios con todo el que nos rodea, no nos avergoncemos de Él y siempre procuremos dejar su nombre en alto haciendo lo correcto y reflejando a Jesús en todo cuanto hagamos de esta manera ellos creerán.
Si nosotros no hacemos nuestra parte, entonces muchas personas podrían perderse la oportunidad de conocer a Jesús y aún aunque ellos no escuchen entonces por lo menos nosotros habremos cumplido con lo que nos tocaba.
Esa es mi invitación en esta mañana, la misma que le hizo Pablo a Timoteo, cumplamos con nuestra parte y hablemos a los otros del gran amor de Dios.
Juan David Jara Rosas – Ministerio Juvenil Agua de Vida