Jesús nos ha amado siempre y a pesar de que le hagamos daño con nuestras decisiones siempre nos rescata de donde estemos o como estemos, Y no solo una o dos veces sino a lo largo de nuestra vida.
«No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal».
Romanos 12:21.
La naturaleza del ser humano muchas veces es hacer daño, pero a pesar de eso tenemos que luchar porque ellos también logren llegar a Dios. Es importante que siempre recordemos que en la vida lo más importante no es solo ganar, sino como lo mencionaba anteriormente ayudar a los otros a vencer también. Apropiemonos de nuestro rol como hijos (siervos ) de Dios, y apoyemos al mundo, mostrandoles el camino para llegar a Él.
«En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir».
Hechos 20:35
Leidy Moreno – Ministerio Juvenil Agua de Vida