Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros curados. Isaias 53:5
En este día especial, donde levantamos suplica a nuestro padre celestial por la vida de nuestros hermanos (Edwin Gomez, Oscar Aldana y Carmen Rosa Vargas), él nos recuerda a través de su palabra que su sacrificio en la cruz del calvario no fue solamente por darnos salvación, Él llego con el combo completo y agrandado (salvación, SANIDAD, libertad, redención, justificación y vida nueva) para todo aquel que verdaderamente entregue su vida a nuestro padre celestial.
Yo sé que las aflicciones físicas son difíciles de llevar y mas cuando hay una enfermedad importante que ataca nuestro ser,Pero hoy quiero recordarles que la victoria es nuestra, que no importa los síntomas que estén viviendo, agarrémonos fuerte de la palabra de Dios y de todas sus promesas, que él nos sacara en pie de nuestras aflicciones.
Hoy les escribe una persona que los doctores le decían «debido a sus lesiones, usted no puede volver a jugar futbol». Y una noche de tristeza y soledad, yo le empece a pelear a Dios, de que porque me había sucedido eso a mi, que por que tenia que estar sujeto a un par de muletas para poder caminar, que porque no volvería a correr y hacer ejercicio como antes, Y entre tanto reclamo que yo le hacia, La temperatura de mi habitación fue aumentando, Yo me sente en mi cama y solamente podía llorar, No había ninguna persona de carne y hueso al lado mío, Pero si pude sentir a nuestro padre celestial hablando a mi vida, consolándome y haciendo el milagro mas grande en mi vida, en ese momento mi pierna quedo convertida en solo hueso y empece a sentir que me estaban cosiendo, como si yo fuera una prenda de vestir, Jesucristo fue cosiendo cada ligamento afectado y fue fortaleciendo cada musculo comprometido, tanto que al otro día probé lo que había pasado en mi habitación y fui a jugar, Y se que mi rodilla esta sana de por vida, y a la fecha no he vuelto a tener una lesión como las que sufrí anteriormente. Por tal razón soy un convencido de que DIOS sana y que JESUCRISTO dio su vida por ti y por mi, para traernos bienestar y sanidad. Por eso hoy levantemos nuestras oraciones al cielo pidiendo por nuestros hermanos, que la gloria de Dios caiga sobre sus vidas y que ellos sean un testimonio vivo de que en DIOS también hay SANIDAD.
Bendiciones
Crhistian Rodriguez – Ministerio Juvenil Agua de Vida