“Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;
y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.” Mateo 11:4-6
Cuando las cosas se le pusieron complicadas a Juan el Bautista, puesto que estaba en la cárcel, él envío una comitiva de sus discípulos a preguntarle a Jesús, ¿Realmente eres tú el Cristo?
Jesús le respondió a su primo por parte de madre, Bienaventurado el que no halle tropiezo en mí,
Esto significa que nada ni nadie te impida creerme y seguirme hasta al final. La Biblia enfatiza en terminar bien, en mantenerse firme. No en vano el evangelio afirma que muchos son los llamados pero pocos los escogidos. No encontrar tropiezo es evitar valerse de alguna excusa, de un mal testimonio o de los errores de otros para justificar nuestra mala conducta.
Al final de tus días, cuando llegue tu último suspiro, te encontraras al frente del tribunal de Cristo y allí solo habrá tres posibilidades: 1. Nunca creíste en Él; 2. Creíste en Él y fuiste fiel hasta el final; 3. Decías creer pero encontraste tropiezo, encontraste una excusa y no terminaste en Él.
¡Dios nos guarde y nos permita correr esta carrera con paciencia y terminar bien!
Bendiciones
Alejandro Vargas – Ministerio Agua de Vida
Les regalo un link de una canción de los años 90
Pero apropiada para la reflexión