Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Salmos 73:24-26 RVR1960
http://bible.com/149/psa.73.24-26.RVR1960

En el salmo 73 el autor hace una comparación entre el que le sirve a Dios y el que no, y nos cuenta como por un momento el empezó a sentir envidia por aquellos que no temían a Dios, sin embargo pronto se dio cuenta de su error y entendió cual seria el final de ellos.

Muchas veces también nosotros nos podemos sentir del mismo modo, pues vemos como otras personas prosperan haciendo lo malo, mientras que nosotros nos vemos atrapados en una sin salida.

Sin embargo el salmista termina reconociendo la guianza de Dios y su consejo y dice. ¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Y nada fuera de ti deseo en la tierra.

¿De que nos serviría conseguir todo eso que anhelamos y soñamos, si en el camino nos alejamos de Dios? ¿De que nos sirve ganar al mundo si perdemos nuestra alma?.

Nosotros somos personas afortunadas , pues Dios puso sus ojos en nosotros sin merecerlo, El nos llamó y nos eligió para darnos una vida diferente, una vida llena de su amor, de su cuidado y de sus bendiciones.

Por lo tanto somos más dichosos y felices que aquellos que viven su vida sin Dios, pues nuestra recompensa está en El, sea cual sea nuestra situación ya sea que estemos bien o mal, con mucho o con poco. Yo te invito a que como el salmista digas, «Mas la roca de me corazón y mi porción es Dios para siempre».

No deseemos nada para nuestras vidas que no esté dentro de los planes de Dios.

Dios los bendiga feliz día.

Juan David Jara Rosas – Ministerio Juvenil Agua de Vida