Lucas 5:18
Unos hombres llegaron cargando a un paralítico en una camilla. Trataron de llevarlo dentro a donde estaba Jesús, 19 pero no pudieron acercarse a él debido a la multitud. Entonces subieron al techo y quitaron algunas tejas. Luego bajaron al enfermo en su camilla hasta ponerlo en medio de la multitud. Entonces subieron al techo y quitaron algunas tejas. Luego bajaron al enfermo en su camilla hasta ponerlo en medio de la multitud, justo frente a Jesús.
Meditando en la palabra, Jesús sentía misericordia por todos y si debía sanar un enfermo no se negaba a hacerlo. Pero mirando estos versículos nosotros podemos ser portadores de la misericordia de Jesús para con nuestro prójimo. A diario nos damos cuenta o escuchamos de un familiar, un amigo o vecino que se encuentra mal de salud y necesitamos movernos en misericordia con aquella persona que necesita una voz de aliento, pues pensamos muchas veces que sólo hablando de Jesús podemos darlo a conocer, pero también a traves de un gesto como una llamada, o una visita llevamos el amor de Jesús, como lo hicieron los amigos de este paralítico, que muy seguramente cuando estaba con su buena salud fue amable y generoso con sus conocidos para que ellos de alguna manera le devolvieran el favor llevándolo a Jesús.
Somos portadores del Evangelio de la Palabra de Dios, y un buen mecanismo es utilizar aquellas circunstancias para dejarlo en los corazones que lo necesitan.
Cada uno de nosotros tenemos la capacidad de llevar vida a otros porque tenemos vida en Jesucristo, Mt 5:7 Dios bendice a los compasivos porque serán tratados con compasión». Bendiciones en este día.
Andrea Sánchez – Ministerio Agua de Vida