Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Lucas 15:1-7
Meditando en esta parábola Jesús sentía carga por la oveja que se había perdido a sabiendas que las 99 estaban en el redil, Jesús nos enseña la importancia de estar pendiente de cada uno de los miembros de nuestra iglesia, nosotros como miembros de una iglesia debemos sentir esa carga que siente Jesús cuando alguien se aleja de él.
Queridas hermanas cada vez que usted falta nosotros como iglesia las extrañamos, nos hace falta verlas porque ustedes también son nuestra familia.
Hoy las invito a que busquemos a esas personas que se han alejado de Dios, a que seamos instrumentos para que otras mujeres conozcan a Dios y sean salvas.
Un feliz día para todas
Cecilia Calderón – Ministerio Agua de Vida