Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella. Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella. Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos. Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más. Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido? Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.
Rut 1:14-22
Buenos días hermanas Dios las bendiga
La lealtad en los momentos difíciles es muy valiosa. Noemí había perdido a su esposo y sus dos hijos, quedo sola por una mala decisión y no haber pedido dirección a Dios.
Rut decide aceptar a Dios como su Señor y decide quedarse con su suegra; difícil decisión ir con alguien que no era su madre y para un país extraño con diferentes costumbres y creencias.
Rut toma la mejor decisión de su vida y Dios la premia dándole una familia.
Queridas hermanas seamos leales con aquellos que han estado a nuestro lado y por sobre todo con Dios.
Feliz día para todos.
Cecilia Calderón – Ministerio Agua de Vida