Dios no es alguien que da amor, Dios es amor.
La solución a buena parte de nuestros problemas es la manifestación de su amor. Cuando su amor nos confronta nuestras amarguras y temores tienen que ceder, cuando su amor se manifiesta, vemos la vida de una manera distinta, porque podemos abandonarnos en sus brazos.
Cuando su amor se manifiesta podemos perdonar a otros y despojarnos de tantas cargas que nos impiden ser las personas que Él quiere que seamos.
Estoy convencido que una de las más grandes necesidades del creyente de este tiempo es volver a experimentar y demostrar el profundo amor del Padre Celestial.
Cuando experimentamos el amor de Dios, la imagen que tenemos de nosotros mismos es restaurada y debido a eso podemos amar a otros. Mientras usted y yo no tengamos una autoestima sana, no podremos realmente retornar amor.
Alguien escribió que la tarea fundamental en la vida es amar, si no tenemos amor genuino estamos en quiebra.
“El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos” Jn 13:35 NTV
Recuerda que:
No puedes controlar la longitud de tu vida, pero puedes controlar su anchura y profundidad.
No puedes controlar el contorno de tu rostro, pero puedes controlar sus expresiones.
No puedes controlar las oportunidades de otras personas, pero puedes aprovechas las tuyas propias.
No puedes controlar el clima, pero puedes controlar la atmósfera que te rodea.
No puedes controlar la distancia que media entre el suelo y tu cabeza, pero puedes controlar la altura de tus pensamientos.
No puedes controlar las faltas exasperantes de los demás, pero puedes evitar que se desarrollen en ti hábitos irritantes.
No puedes controlar los tiempos malos, pero puedes ahorrar dinero para cuando lleguen.
¿Por qué preocuparte por lo que no puedes controlar? Ocúpate de controlar lo que depende de ti.
Bendiciones
Alejandro Vargas – Ministerio Agua de Vida