La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Proverbios 15:1
Cada una de nosotras ha tratado con personas que parecen realmente difíciles para hablar, a veces la primera impresión de alguien a quien acabamos de conocer puede ser mala por un tono brusco de voz, por una mirada malintencionada o por cualquier otra razón y al entablar diálogo con ella podemos enfadarnos al ver una mala actitud. Generalmente las personas con las que más discutimos son las más cercanas a nosotras, nuestros familiares o amigos, a los que más conocemos, son con los que más discutimos, pero de qué manera respondemos a esas malas actitudes? Es normal enojarnos con alguien, así como también alguien se puede enojar con nosotras, pero la manera como reaccionamos es lo que define nuestra madurez y refleja el amor de Dios en nosotras. La biblia dice: Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.
Efesios 4:26-27
Es normal en nosotras enojarnos porque somos humanos, pero la biblia claramente nos dice que no por esto podemos pecar, el enojo no es una excusa, los gritos y los reclamos no son sólo producto de la rabia, sino de nuestra inmadurez espiritual y con esto le damos cabida al diablo en nuestra vida, y en caso de que nos dejemos llevar, reconciliémonos con el Padre y con la persona rápidamente, dejando a un lado el orgullo.
Dios las bendiga
Alexandra Villamarin – Red de mujeres