Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
Este es uno de los versículos más conocidos pero deja tantas enseñanzas que es necesario leerlo muchas veces. Decía el hermano Ignacio en una predica que es necesario leer un versiculo repetidas veces y aseguraba que cada vez iba a dejar algo nuevo en nosotros.
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…»
Mientras lo leía pensé: Si Dios hizo tal cosa por nosotros tan difícil porque El amaba a su hijo, nosotros qué podemos hacer por El?
Son muchísimas cosas las que podemos hacer, pero una de ellas es lo que el mismo Dios hizo: Entregar lo más valioso para El, lo que más amaba, su tesoro más preciado…
Es obvio que nuestros objetos de valor no se acercan ni un poquito al de Jesús, ni toda la riqueza del mundo podría, pero qué tan difícil puede ser para nosotras dejar todas nuestras posesiones, todos nuestros amigos, nuestra vida entera?…
Asi como Jesús dió su vida por nosotras, también nosotras debemos rendir completamente nuestra vida, servicio, amor, todo para El.
Mi invitación hoy es a que valores el sacrificio de Jesús y sacrifiques también lo más valioso para ti, sólo por servirle, te aseguro que si de verdad lo amas con el corazón no será tan dificil.
Dios las bendiga
Feliz día
Alexandra Villamarin – Ministerio Agua de Vida