En último y gran día de la fiesta Jesús se puso en pie y alzó y alzó la voz diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. Juan 7:37
Hermanas la invitación de este versículo, es que siempre que tengamos sed busquemos tomar del agua de vida, esta sola la proporciona nuestro creador, nuestro Rey de Reyes, muchas veces buscamos saciar nuestra sed en ríos contaminados y por ello continuamos con la misma ansiedad, nosotras somos hijas de Dios y siempre en todo momento y en todo lugar debemos buscarle y saciar nuestra sed conocerle, alabarle y glorificarle. Que Dios les bendiga, les prosperé y les guarde en este maravilloso día.
Paola Lopez – Ministerio Agua de Vida