«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar
Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga».
Mateo 11:28 -30
En esta porción de la palabra se nos habla de la importancia que es trabajar para Dios, este trabajo implica predicar la palabra, orar por el perdido, por el enfermo, por las necesidades que hay cada día, visitar los presos y llevarlos al arrepentimiento.
Dios nos manda a trabajar arduamente, debemos darle sentido a nuestra labor; muchas veces nos enfrascamos en pedirle a Dios pero no actuamos y es hay cuando viene el desanimo, el temor, sentimos que Dios no nos escucha.
Dios nos manda a trabajar a diario ya sea para ganar el sustento, o porque debemos responder por un hogar, debemos ser cuidadosas en esta labor que no haya queja de nosotras pero también debemos trabajar para la obra de Dios hacerlo con diligencia y alegria.
Busquemos primero a Dios que lo demas viene por añadidura.
El secreto es honrar a Dios antes que cualquier otra cosa asi recibiremos bendición.
Feliz día bendiciones para todas.
Cecilia Calderón – Ministerio Agua de Vida