«vosotros sois la luz del mundo, una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder»(Mateo 05:14). Este versículos nos recuerda la responsabilidad que como hijas de Dios tenemos en la tierra, recordemos que la luz ilumina las tinieblas y le da sentido y confianza aquello que por su condición carece de ella, los lugares oscuros nos producen temor y desconfianza y el pueblo de Dios es la luz que no se puede apagar y mucho menos esconder, es por eso que inicié hablándoles de esa gran responsabilidad pues la luz no necesita hablar y decir aquí estoy, es evidente todos la notan igual ocurre con el pueblo de Dios por esta razón, son nuestros actos los que hablaran de nosotras y en ello es necesario estar comprometidas con nuestra relación con el Rey de Reyes y que sea nuestra vida testimonio para los demás, la luz siempre brillará aún en los lugares más oscuros pues allí su resplandor se notará más igual ocurre con nuestras vidas en los momentos más difíciles y cuando creemos que nada bueno ocurrirá es cuando más grande es la bendición. Bendiciones para todas
Belsy Simanca – Ministerio Agua de Vida