Colosenses 1:9-12
[9]Por eso, desde el día en que lo supimos no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual,
[10]para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios
[11]y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación,
[12]dando gracias con alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz.
No se si en algún momento de dificultad han oído de parte de un hermano o hermana «yo estoy orando por usted». Esto es supremamente gratificante, saber que hay alguien que piensa en mi, que quiere e intercede por mi en momentos difíciles, donde siento que pierdo las fuerzas y hay alguien ahí que me da su mano y me ayuda.
A mi personalmente me ha pasado, cuando me siento sola han llegado personas que me dicen que le.están pidiendo a Dios por mi vida. Y les aseguro que en ocasiones las fuerzas propias no nos dan y es importante que alguien más este apoyándonos.
Entonces nosotros debemos actuar de la misma manera, oremos por nuestros hermanos así como nos habla este pasaje, pidamos para ellos sabiduría y comprensión espiritual.
Nuestros hermanos nos necesitan, y nosotros necesitamos de ellos. Esto es un trabajo en equipo del que estoy segura saldremos victoriosos.
Leidy Moreno