«Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente»
Mateo 22:37
Cuando el creyente es expuesto a pruebas desagradables y no ha obtenido lo que esperaba de parte de Dios, puede desarrollarse endurecimiento en su corazón y así su alabanza es silenciada.
Aquellos labios que antes bendecían se convierten en un manantial de quejas. Lejos de reconocer todo el bien que recibe de parte de Dios cuando se esta así nos enfocamos en lo que aparentemente esta mal, solo miramos los obstáculos y problemas donde Dios quiere actuar pero cuando el corazón esta mal solo se mirarà oscuridad donde hay luz.
Cuando el creyente cambia las palabras de alabanza por pesimismo así Dios lo este ayudando no lo vemos porque la queja a producido inseguridad en nosotros y se a levantado una barrera por causa de mis palabras.
Para remediar esta situación debo reconocer mis faltas y comenzar a cultivar la gratitud esta me vuelve a acercar a Dios.
Las escrituras nos enseñan que Dios habita en medio de la alabanza, cuando lo alabo y dependo de él Dios me da la victoria.
Querida hermana si has permitido que entre a tu corazón la queja, el pesimismo, la rebeldia o la incomformidad rechacemos estas cosas y permitamos que Dios actúe en nuestras vidas.
Deseo que cada una sea bendecida y prosperada en este día. Dios las bendiga.
Fabiola Vargas – Ministerio Agua de Vida