He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan.
Job 5:17-18
En la vida tenemos momentos en que nos alejamos de Dios, en que nos sentimos independientes y pensamos que podemos lograr las cosas sin el. Existen otros momentos en los que nuestro corazón se rebela contra Dios porque no se dan las cosas como queremos o también momentos en que nos enfriamos, ya no oramos como antes, no tememos fe como en el pasado…
Una de mis oraciones continuas a mi Dios es que nunca permita que me aparte de él. Que si es necesario, por amor a mi alma, me corrija en esta tierra pero que no me deje apartar.
Dios a quien ama corrige, duele, pero dice el pasaje que el mismo cura la herida y nos sana. Les comparto esta hermosa canción que aprendí el sábado: Es la oración de un hombre que le pide a Dios que le hable y lo corrija pero que no lo deje continuar si se ha alejado de El. Es muy hermosa no dejen de escucharla.
Bendiciones
Sandra Jara – Ministerio Agua De Vida