La palabra de Dios nos dice en Hebreos 11 que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Todos esperamos algo, todos tenemos metas, anhelos peticiones en lo profundo del corazón ¿Pero cuántos esperamos realmente con la certeza y la convicción que nos describe Hebreos?
"Y Jehová habló a Moisés diciendo: Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos." Números 13:1-2
Todo el pueblo de Israel recibió la promesa de la tierra prometida pero realmente muy pocos lograron pisar esta tierra ¿Qué fue lo que pasó?, ¿Cuál fue la diferencia crucial entre los que lo lograron y los que no? Hoy quiero invitarte a analizar estos dos grupos de personas y descubrir en la palabra de Dios algunas verdades sobre los obstáculos que no nos permiten llegar a la tierra prometida y la clave para llegar y asir la promesa.
LOS QUE NO ALCANZARON LA PROMESA
- Concentraron su mirada en los gigantes
"…Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas… No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros" Números 13: 27-28
Las grandes promesas que Dios tiene para ti estarán siempre rodeadas de gigantes (de obstáculos, de enemigos) que te desafían y te dicen que ellos son los dueños de esa tierra. Que nunca podrás alcanzarlas. Si Dios dice que te sanará de una enfermedad, los gigantes te mostrarán el dictamen médico, si Él te dice que te dará una casa; los gigantes te dirán ¿Pero cómo si no tienes dinero para comprarla?, si te dice que te dará un mejor empleo te dirán: “No estás preparado”. "También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos." Números 13: 33
Los 10 espías se concentraron en los gigantes y se llenaron de miedo, por eso ellos y sus familias no pudieron entrar a la tierra prometida:
- Creyeron a las personas que les desalentaron y se rebelaron
"¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anac." Deuteronomio 1:28
Moisés envió doce espías a ver la tierra prometida. Diez trajeron malas noticias y dos trajeron buenas noticias. Era la opción del pueblo decidir a quién iban a creer, si a los diez o a los dos. Pero la palabra de Dios cuenta que el pueblo creyó a los diez, se rebeló contra Dios y no creyó a los que les decían que podían alcanzar la promesa. .Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche… ¿Y porque nos trae Jehová a esta tierra a caer a espada y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa?, ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Números 14: 1 y 3
La gente comenzó a murmurar contra Dios, aún hablaron de volver a Egipto. ¿Cuántas personas a veces no solo no creen a las promesas de Dios sino que piensan en volver al mundo y apartarse de Dios cuando encuentran un obstáculo? Murmuran diciendo que antes de conocer a Dios tenían menos problemas o les iba mejor. Debemos tener mucho cuidado con esto pues significa rebeldía y falta de fe y “Sin fe es imposible agradar a Dios”. Hebreos 11:6
LOS QUE ALCANZARON LA PROMESA
- Pusieron sus ojos en la promesa y volvieron con entusiasmo
"Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel." Numeros 14: 7-8
Si quieres alcanzar la promesa, debes mirar a Dios y a la promesa; al lado de Dios ¿Qué importan los gigantes?, si Dios es más grande y mucho más fuerte. Tan solo con su soplo quedarán derribados. Cuando un niño quiere algo, se concentra en eso, a El no le importa cuánto vale, el simplemente pone sus ojos en lo que quiere y está convencido de que su papá puede comprarlo. Así debemos ser nosotros. Tener esa fe que nos dice que Dios nos dará la promesa y es su asunto el cómo, no es nuestro. El solo nos pide creer.
- Sabían que Dios estaba con ellos
"… Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros esta Jehová; no los temáis." Números 14: 9
Josué y Caleb tenían una cosa clara.: Dios estaba con ellos. Los había acompañado todos esos años por el desierto, los había sustentado, le habían visto. ¿Qué más hacía falta? Ellos sabían que si Dios estaba con ellos, tendrían la victoria. Si sabemos que Dios está con nosotros, nuestros gigantes quedarán derrotados. Nuestras dudas, temores, recuerdos amargos y falta de fe desaparecerán, serán como nada y allí estaremos dispuestos a dar el siguiente paso.
No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres, excepto Caleb hijo de Jefone; el la verá, y a él la daré y a sus hijos; porque ha seguido fielmente a Jehová… Josué hijo de Nun, el cual te sirve, el entrará allá, anímale porque él la hará heredar a Israel. Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré y ellos la heredarán. Deuteronomio 1:39
- Dieron un paso de fe
"Más Jehová dijo a Josué. Mira yo he entregado en tu mano a Jericó y a su Rey, con sus varones de guerra. Rodearéis pues la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez y esto haréis durante seis días. Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante." Josué 6: 2-5
Ciertamente a ningún comandante de una tropa de un ejército le parecería racional esta estrategia para ganar una guerra contra unos gigantes y tomar un pueblo. Por esto se necesita dar un paso de fe. Dios te va a pedir que hagas cosas que desafíen las lógicas humanas, te va a pedir que creas lo imposible y hagas cosas que jamás hubieras imaginado; pero aunque nos parezcan una locura, si lo hacemos, si damos el paso de fe, veremos como los muros caen frente a nosotros y alcanzamos la promesa.
Si Dios te ha dicho que te va a dar un mejor empleo, comienza a pasar hojas de vida aún a sitios donde Satanás te dice que nunca podrías llegar a trabajar.
Si Dios te dice que te dará una casa, comienza a mirar casas que estén a la venta aunque no tengas el dinero y escoge la que más te guste sin pensar en cómo se hará y así con todo lo que Dios te haya prometido.
Doce espías fueron a la tierra prometida. Los doce vieron lo mismo más cada uno decidió en que poner su visión si en el problema o en la solución, si en los gigantes o en la tierra que fluía leche y miel, si en Satanás o en Dios.
Y tú ¿En quién tienes puesta tu mirada? Ahí está tu respuesta.
Da un paso de fe no mires los gigantes, no te rebeles mira a Dios y así alcanzarás la promesa.
Sandra Milena Jara Rosas
Ministerio Agua de Vida