Texto Central: 2 Crónicas 20: 1-20
Ante los ataques que en la vida se presentan, la primera de las actitudes correctas que se debe asumir, es reconocer que Dios siempre estará a favor de quienes han decidido confesar a Jesucristo como Señor y vivir para él.
Este escrito presenta reflexiones sacadas de la vida del Rey Josafat acerca de como reaccionar ante las personas y circunstancias adversas.
NO CONFIE SOLAMENTE EN SUS PROPIOS RECURSOS
Josafat rey de Judá, recibe la noticia que contra él y su pueblo se aproxima un enemigo gigantesco, proveniente de Siria. (Vr.1-2)
El hombre de Dios sintió temor, es normal que ante una circunstancia supremamente adversa, consciente de las consecuencias que se generan, se experimente ansiedad y desconcierto.
Pero Josafat, reflejando su carácter ante esta situación comprometedora, humilló su rostro para consultar a Dios, apoyándolo todo el pueblo. El rey reconoció que no tenía la cantidad de hombres en sus filas para salir a la guerra, ni las estrategias correctas para alcanzar la victoria. El asumió la actitud más apropiada del momento, pedir ayuda al que todo lo sabe y todo lo puede, al Dios del cielo. (Vr.3-4)
¿Cuál es su actitud inmediata ante las dificultades?, se siente temor y confusión, que presionan hasta desesperar e inducir a consultar todo tipo de fuentes equivocadas como los intermediarios, los asesores momentáneos, y en muchas ocasiones hasta los espiritistas, ¿dejando como última opción a Dios, nuestro creador?. Josafat se dirigió al Señor, reconociéndolo como el Dios de sus padres, Señor de los cielos y que tiene dominio sobre todas las naciones, Él es tan poderoso que no hay quien le resista.
"Tu echaste a los moradores de la tierra de Israel, y la diste a los descendientes de Abraham tu amigo, y ellos han habitado en ella y te han edificado santuario a tu nombre diciendo, si mal llegare sobre nosotros, espada, o tormentas impetuosas, clamaremos a Ti y tu nos oirás y salvarás.
Ahora aquí están nuestros enemigos, los hijos de Amón y de Moab y los del monte de Seir , quienes vienen a arrojarnos de la heredad que tu nos diste en posesión.
¡ Oh Dios nuestro ¿ no los juzgarás tu? Por que en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos que hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.
Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños sus mujeres y sus hijos" 2 Crónicas 20:10-13.
Nótese que Josafat supo identificar a sus enemigos, guerreros poderosos y temibles, de gran estatura, que venían a despojarlo de su heredad y la de su pueblo, reconoció que no podía vencerlos, perderían muchas vidas, y finalmente serían sometidos al oprobio .
Saber identificar a nuestros enemigos nos permitirá, idear las estrategias correctas para sabernos defender y atacar; nunca subestimes a tus adversarios, no te fíes en tu propios conocimientos y prudencia, busca a Dios en el secreto de tu morada, únete con tu familia y exponle tu difícil situación, reconoce que sin su dirección y respaldo oportuno las tormentas te ahogarán.
La respuesta de Dios, no se hizo esperar, el Espíritu Santo habló a los moradores de Jerusalén y al rey Josafat, diciendo: "No tengan temor ni se amedrenten ante sus enemigos, por que no es vuestra la guerra sino de Dios."
Mañana descenderéis contra ellos; no será necesario que vosotros peléis, estad quietos y ved la salvación de Dios"
LA ADORACION Y ALABANZA A DIOS SON ARMAS PODEROSAS DEL CRISTIANO
Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, al igual que Judá y los moradores de Jerusalén, y adoraron a Dios. (Vr 14-18)
Creerle a Dios y obedecer a su palabra, garantizan el éxito, ante los gigantes que nos quieren aplastar. Josafat y su ejército entendieron el mensaje, adoraron a Dios, en una actitud de confianza y seguridad. Esta misma actitud la debemos asumir nosotros cuando pasemos por el valle de sombra de muerte, saber escuchar la voz de Dios y obedecerla. El Señor de los ejércitos siempre estará a nuestro lado, como capitán y jefe, para dirigirnos y animarnos en nuestras batallas y en casos extremos, como lo que estaba sucediendo con Josafat, nunca nos va a enviar a un campo de batalla para que seamos destruidos y avergonzados por el enemigo, sino que Él mismo se encargará de aniquilar al adversario, mostrando su poder y autoridad, por que nos ama con todo su corazón.
"Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Dios y estaréis seguros; creed a sus profetas y seréis prosperados"
Josafat se reunió con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Dios, vestidos de ornamentos sagrados,
mientras salía el ejecito, y que dijesen: Glorificad a Dios, por que su misericordia es para siempre. V. 19-21
Josafat alineó a su ejercito en el campo de batalla, muy temprano en el desierto de Tecoa , donde no existe ningún lugar alto o concavidad que permitan tener alguna ventaja, lo cual nos enseña que las dificultades hay que enfrentarlas con sabiduría y determinación, no hay duda que se siente temor, pero la confianza en nuestro Dios nos permitirá tener control sobre este, y no dejarse acobardar por el enemigo.
Cantar y alabar a Dios en medio de situaciones difíciles, normalmente suena descabellado, pero ya veremos que si produce resultados.
Josafat se dirigió a su ejercito, para decirles que debían creer en Dios, transmitió confianza a sus tropas.
Para que un padre de familia, un empresario, o un presidente de una nación, se dirijan a su gente para decirles que confíen en Dios, es por que él tiene la plena seguridad de saber en quien está confiando, actitud que infunde respeto y confianza en sus seguidores, en el caso particular de la familia, la esposa y los hijos se unirán a su líder y lo apoyarán y animaran incondicionalmente.
"Y cuando empezaron a entonar cantos de alabanza, Dios puso contra los hijos de Amón, y de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros" V.22
Recordemos que Dios le había dicho a Josafat que la guerra no era contra su pueblo, sino contra El mismo ( v. 15).
El poder de la adoración y la alabanza es sobrenatural, puesto que Dios creó al hombre para que lo adorara, tanto así que él busca adoradores, que le adoren en espíritu y en verdad.(Juán 4:23).
"Y cuando comenzaron a entonar cánticos de alabanza, Dios puso contra los hijos de Amón, y de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos contra Judá y se mataron los unos a los otros"
La adoración y la alabanza son cánticos espirituales, que los cristianos le ofrecemos a Dios, nuestro Señor, con el propósito de exaltarlo por lo que Él es, proclamamos su poder sin igual ,su majestad, su hermosura, su misericordia y sobre todo el inmensurable amor por su creación, y sin tener la intención previa de impresionar al Señor, El se manifiesta como el quiere, y por lo general, bendice a sus hijos, de acuerdo a su voluntad, la cual es agradable y perfecta, manifestándose con sanidades físicas, liberación de espíritus malignos a los oprimidos por el diablo, provisión financiera etc.
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Mi amado amigo(a), este es el momento preciso para que Usted haga un alto en el camino, y permita que el Espíritu Santo de Dios, le convenza de pecado, si esta luchando en sus propias fuerzas, si ha estado lejos de Dios o su relación con él se ha enfriado tome la mejor decisión de su vida, reciba al señor Jesús, el hijo de Dios, sacrificado en la cruz del calvario, como Señor y salvador de su vida e inicie a buscar a Dios.
"Señor, confieso que he vivido y luchado en mis propias fuerzas, si nunca te he recibido como mi Señor, te conferso que he vivido dominado por la rebeldía, por el alcohol, por el adulterio, por negocios ilícitos, y hoy decido renunciar a esta condición de pecado, te pido me perdones, y me comprometo a vivir una nueva vida, obediente a tu palabra, gracias por aceptarme como tu hijo, amen"
Samuel Ignacio Vargas
Ministerio Agua de Vida
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