Salmos 73
22 Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti.
23 Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha.
24 Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria.
Hay momentos en nuestra vida donde vemos todo con claridad, conocemos nuestras metas y andamos firmes hacia la consecución de los objetivos. Pero hay otros momentos de nuestra vida en dónde las circunstancias nos abruman, donde la oscuridad nos rodea y no sabemos para donde ir.
Asaf se sentía muy torpe, se sentía como una bestia delante de Dios pues no sabía para donde ir ni qué hacer. Muchas veces también yo me he sentido así, me he sentido torpe, débil y confundida y he sentido pena con Dios de no saber para donde voy, pero en este mismo salmo se encuentra la respuesta a este sentimiento de impotencia: Permitir que Dios nos tome por la mano derecha.
No siempre vas a saber para dónde vas, pero si estás agarrado de la mano de Dios te aseguro que no te perderás y que su consejo te guiará hasta que llegues a puerto seguro.
No pidas conocer todo el camino, pide que su mano nunca te suelte y da pasos de fe de la mano de Dios aunque no veas nada. Los niños no siempre saben hacia donde sus padres los llevan, sin embargo con que los padres conozcan el destino y el camino es suficiente para que ellos logren alcanzar la meta.
Tómame hoy Señor por la mano derecha.
Bendiciones
Sandra Jara
Ministerio Agua de Vida