“Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.” Hebreos 11:13
El capítulo 11 de Hebreos, nos presenta una lista de hombres y mujeres que fueron aguerridos y audaces en caminar con Dios y creerle. No obstante llama la atención el verso 13 que afirma que murieron sin haber recibido lo prometido, es decir la amplitud de la promesa de Dios para ellos iba más allá de la extensión de sus vidas.
Por los ojos de la fe veían y saludaban el pleno cumplimiento de sus promesas, pero caminaron por este mundo, reconociendo que no eran de aquí, que eran de otro lugar, su hogar era la ciudad de Dios, eran ciudadanos del cielo y estaban de paso por la tierra.
“Y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.” Hebreos 11:39-40
El escritor de Hebreos aclara en los últimos versículos de capitulo 11, que ellos no recibieron todo lo prometido para no ser perfeccionados aparte de nosotros. Todas las personas mencionadas en esa lista son antes de nuestro Señor, veían en medio de las sombras y creían y perseguían el reino de los cielos, la ciudad de Dios. Ese reino de los cielos está disponible hoy para nosotros, está entre nosotros y esa ciudad de Dios, tiene nombre y nos recuerda que debemos perseverar y caminar, no desmayar.
Bendiciones en este día
Alejandro Vargas
Agua de Vida