El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.
(Deuteronomio 31:8)
Los últimos años no han sido fáciles para nadie, el aislamiento, la enfermedad, las crisis económicas y la sensación de soledad han exacerbado comportamientos inusuales y generado situaciones que aún no han sido superadas.
En medio de ese escenario conviene recordar las palabras del Antiguo Testamento, “Él estará contigo, nunca te dejará”, esa poderosa promesa solo puede ser cumplida por el Señor. Estaré contigo, no te soltaré, solo si tu te alejas de mí, si decides dejarme, dejarás de experimentar mi poderosa y benéfica presencia; pero Yo, nos dice el Señor, no te soltaré , estaré contigo cada vez que me busques de corazón.
El temor y el desanimo son primos hermanos, similares, demoledores y silenciosos destructores de sueños y de fe, mira hoy al cielo, descansa en Él, ha prometido no soltarte, no abandonarte. Es eternamente fiel
Bendiciones
Alejandro Vargas
Agua de Vida