Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Eclesiastés 3:11

Dice el escritor del libro de Eclesiastés que Dios todo lo hizo hermoso, pero existe una condición para la belleza de cada etapa de la vida: Que todo se viva “en su tiempo”.

El momento que vives hoy en tu vida es único, no volverá, y  cada etapa de nuestra vida pertenece a un tiempo. Hay un tiempo para jugar, un tiempo para estudiar, un tiempo para viajar, un tiempo para trabajar, un tiempo para pensar en una pareja, un tiempo para pensar en una familia… Cuando nos adelantamos a esos momentos, nos perdemos cosas maravillosas de la etapa que estamos viviendo y esto puede traernos aún mucho sufrimiento y deseo de haber hecho las cosas de una manera diferente. Cuando nos quedamos en una etapa de nuestra vida pasada y nos negamos a madurar también estamos cometiendo un gran error y estamos haciendo daño a quienes nos rodean.

El éxito de la vida consiste en saber reconocer los tiempos para cada evento de nuestro camino, el conocer las oportunidades que Dios nos da en cada momento y no dejarlas pasar. En reconocer cada instante como una oportunidad  y no desaprovecharlo.

Cada momento de la vida es irrepetible, lo vives sólo una vez  y no vuelve. Aprovéchalo viviéndolo bien.  Pídele a Dios sabiduría para reconocer los tiempos de tu vida y te irá bien aunque no faltarán los obstáculos y las dificultades verás al final que Dios todo lo hizo hermoso para ti.

Sandra Milena Jara Rosas

Ministerio Agua de Vida

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