Los túneles de la vida

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«¡Cómo añoro los meses que se han ido,
los días en que Dios me cuidaba!
Su lámpara alumbraba sobre mi cabeza,
y por su luz podía andar entre tinieblas. Job 29:2-3 NVI

Hay ocasiones en las que atravesamos largas temporadas de contradicciones, de luchas, de dolor . Temporadas en las que no vemos un futuro claro, en las que las fuerzas, los recursos y quizás la fe mengua. A ese proceso lo puedo comparar con un túnel, un túnel oscuro, denso, peligroso.

Hace tres años exactamente, mi sobrino menor partió con el Señor, fue una situación sorpresiva, dolorosa y con un impacto fuerte sobre mi familia. En mi caso particular recibí mucha fortaleza de parte de Dios para enfrentar la vida y una palabra clara de que debía pararme con firmeza, poner la cara ante la vida y procurar ayudar a otros a atravesar un proceso difícil, lento y costoso desde cualquier punto de vista.

Como lo he escrito anteriormente , este evento solo marco el inicio de una serie de dificultades que me han llevado a enfrentar varias de las batallas de mi vida, no hay aspecto de mi vida que no haya sido desafiado en este periodo, pero Dios es fiel, nos sostiene, nos conforta, se nos junta , tomándonos de la mano.

Hace tres días mi hijo nació, lo esperamos con mi esposa por una década, es una promesa cumplida del Señor hacia nosotros, de todas las fechas posibles, Dios nos trajo a la misma semana que hace 3 años describí como una de las más complicadas de mi vida.

Los túneles nos son para siempre, persista, luche , si quiere llorar, llore pero por favor no se quede ahí.

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” Lamentaciones 3:22-23

Cada amanecer nos recuerda que Dios es bueno, que su misericordia es para siempre y Él es Señor para quitar y para dar. Es el Señor de las puertas abiertas y las puertas cerradas. ¡Pero ante todo es Dios soberano y digno de ser adorado!