AVANZANDO EN MÍ SERVICIO A DIOS
“Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.” Mateo 10:42
El mundo define la grandeza en términos de poder, posesiones, prestigio y posición. Si puedes exigirle a otro que te sirva, alcanzaste esa posición. En nuestra cultura auto gratificante, con su mentalidad de primero yo, comportarse como un siervo no es un concepto popular.
Sin embargo, Jesús midió la grandeza en términos de servicio y no de estatus. Dios determina tu grandeza por el número de personas a las que sirves, no por las que están a tu servicio.
John Wesley era un increíble siervo de Dios. Su proverbio era: “Haz todo lo bueno que puedas, con todos los medios que puedas, en todas las maneras que puedas, en todos los lugares que puedas, en todos los tiempos que puedas, a todas las personas que puedas, cada vez que puedas”. Eso es grandioso. Puedes comenzar viendo las pequeñas tareas que ningún otro quiere hacer. Haz esas pequeñas cosas como si fueran grandes porque Dios está observando
Dios recompensa el servicio que hagas para Él en forma abundante. No importa que sea una tarea sencilla, poco espectacular o aparentemente irrelevante. Dios la observa y te bendecirá si realmente lo haces para Él.
Alejandro Vargas
Agua de Vida