En cierta ocasión una niña le estaba contando a su madre, la historia de la “Bella durmiente”, la cual había aprendido en
la escuela a la cual asistía. La niña llegó al final de la narración y en ese momento la madre interrumpió el relato con las palabras “y fueron muy felices”, la niña un tanto sorprendida le respondió: “No, todo lo contrario, ¡se casaron! ”
Esta anécdota un tanto graciosa ilustra una de las más grandes problemáticas de nuestra sociedad, la gente del común hoy ve al matrimonio y a la familia como una fuente de tensión y sufrimiento en lugar de ser el refugio de amor, apoyo y fortaleza que Dios planeó que fuera.
Familias bajo ataque
La palabra de Dios predijo eso, Jesucristo afirmó “Y los enemigos del hombre serán los de su casa” Mateo 10:36. Como cristiano creo que los problemas de las familias de este siglo no solo se deben a tensiones sociales, falta de tolerancia o cambios en los estilos de vida, considero que dichas tendencias son evidencia de la obra del adversario destruyendo la institución que fundamenta la sociedad. “El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10
La Restauración de Dios a la familia
“El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.” Malaquías 4:6
El último versículo del Antiguo Testamento se cierra con una poderosa promesa y una fuerte advertencia. Dios promete enviar a alguien que logrará que la distancia entre los miembros de la familia desaparezca, alguien que tiene el poder de reconciliar los corazones, ese alguien es Jesucristo. Solo Él tiene una respuesta definitiva para las crisis que se vive en los hogares, sólo él puede desarmar los corazones y sanar todas las heridas que existen en las personas, solo él puede traer la mansedumbre, el perdón y la humildad que necesitamos los seres humanos para poder convivir en armonía los unos con los otros. Sin embargo el pasaje advierte que si las familias se cierran a la obra restauradora del hijo de Dios, pueden experimentar maldición. Apreciado amigo ó amiga que lees este artículo, ¿Le has entregado el control de tu familia a Cristo Jesús?, ¿Estas esperando que sea tu esposo, esposa ó hijos quienes cambien en lugar de permitir que la obra transformadora de Dios inicie contigo?, ¿Cuánto hace que la palabra de Dios no se lee en tu casa?, ¿Hace cuanto tiempo que tu familia no apaga el televisor para tener un tiempo de oración? No importa cuanta tensión y dolor haya hoy en tu familia si invitas hoy al Hijo de Dios a tu corazón, a tu casa, y a tu cotidianidad comenzarás a experimentar victoria y resolución sobre tus luchas y conflictos " Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido; porque mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo." 1 Juan 4:4
Preparando la siguiente generación
No todas las acciones que se toman deben ser correctivas, las más importantes son aquellas que emprendamos con objetivos preventivos. Cierto estudio reveló que un niño promedio pasa:
¨ El 1% de su tiempo semanal en la iglesia.
¨ El 16 % en el colegio.
¨ El 83% en el hogar.
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.” Deuteronomio 6:5-9Dios no tiene nietos, solo tiene hijos, el hecho que tus padres hayan caminado fielmente con Dios no garantiza que tú lo harás. Cada generación debe tener su propia relación y experiencia con el Señor, sin embargo si no presentamos a nuestra descendencia la verdad de la palabra y lo hermoso que es nuestro Dios, ¿Cómo le van a buscar?.
Centenares de cristianos han entregado la responsabilidad de la formación espiritual de sus hijos al colegio o a la iglesia local sin embargo esa responsabilidad fue entregada por Dios a los padres. En la medida que papá y mamá presenten el mensaje del Señor de una manera positiva y emocionante, los hijos van a querer andar en el camino de Dios, van a buscar su propio encuentro con el Señor, aún si los hijos llegasen a mostrarse reacios ó apáticos, cuando lleguen los problemas a su vida, sabrán como y dónde buscar a Dios para encontrar ayuda.
Reflexión Final
Max Lucado, predicador y pastor estadounidense escribió: “Si te preocupas porque te parece que los corazones son demasiado duros y que las lágrimas fluyen solo de vez en cuando, entonces déjame llevarte a un lugar donde las rodillas de los hombres se doblan y las lágrimas de las mujeres corren a raudales. Déjame llevarte a una escuela para que observes a los padres dejando a sus hijos en el aula el primer día de clases. Es una escena traumática. Mucho después que la campana de la escuela ha sonado y las clases han comenzado, los adultos se demoran por ahí formando grupos y apoyándose mutuamente con palabras de aliento. Aun cuando saben que la escuela es buena, que la educación es de buen nivel, y que volverán a ver a sus hijos dentro de cuatro breves horas, se resisten a decirles adiós. No nos gusta decir adiós a los seres queridos.Pero lo que se vive en las escuelas al comienzo de cada año escolar es un picnic comparado con lo que se experimenta en un cementerio. Una cosa es dejar a un ser querido en un ambiente familiar, pero otra bien distinta es despedirlos porque se van a un mundo que no conocemos y que no podemos describir. No nos gusta decir adiós a los seres queridos”
No esperes que la vida pase para tomar en serio la tarea de buscar restauración familiar, no esperes que la distancia o la muerte te hagan valorar a tus seres queridos, no esperes a estar al frente de un ataúd para decir a tus padres, hermanos o hijos cuanto les amaste, ¡no calles!, el silencio de hoy puede ser el remordimiento de mañana. Si atraviesas un momento de gran crisis familiar toma la iniciativa, vence las barreras del orgullo, la indiferencia o el dolor y has lo correcto.
Ministerio Agua de Vida