Después de aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador y de comprometerse en matrimonio, la elección de una vocación es quizás el tercer paso más importante que se da en la vida.

Escoger una carrera es más que encontrar un trabajo y recibir un salario. Implica descubrir sus intereses, dones y habilidades y luego encontrar donde ponerlos al servicio de las personas .

Son bastantes los aspectos que se deben considerar a la hora de elegir una profesión, oficio o vocación sin embargo considero que se deben resaltar las siguientes: Su labor debe dar gloria a Dios, no importa cuan simple o complicada sea la tarea que realice esta debe ser un instrumento que le permita usar las habilidades que tiene para servir a los demás. Debe ser una labor ética que contribuya al bienestar de los demás no a desmejorar el nivel y condiciones de vida de los semejantes.Debe ser un instrumento para proveer para las necesidades familiares y personales.

Cuando se aborda, el tema de elegir una profesión o vocación es inevitable mencionar el aspecto económico. El dinero no es ni bueno, ni malo en si mismo. El problema radica en el amor al dinero el cual según la palabra de Dios, es la raíz de todos los males.

Conviene trae a colación un estudio realizado en Norteamérica sobre dicho tópico. En los años 60 en los Estados Unidos la mayoría de jóvenes que estaban en primer año de educación superior o se preparaban para ingresar a ella quería escoger carreras con el fin de ayudar a otros. Sólo unos pocos dijeron que su deseo era hacer mucho dinero. Encuestas similares en la actualidad revelan todo lo contrario . Solo un pequeño porcentaje esta buscando una carrera en la cual puedan servir a la humanidad, la mayoría lo único que desean es hacerse millonarios.

Si usted apreciado lector es una persona que se encuentra en un momento en que debe tomar una decisión acerca de su vida vocacional, le ánimo a que en primer lugar busque la voluntad de Dios para su vida, permita que Él le dirija; recuerde que la voluntad del Señor es agradable y perfecta. Si usted se somete a sus designios le puedo dar testimonio que Él le abrirá las puertas y proveerá los recursos.

Apreciado jovén no inicie una carrera con el deseo que le digan doctor, ni para ser admirado por otros, ni para aprovecharse de su posición para estafar, engañar o manipular; tampoco para complacer a aquellos que están cerca de usted. Inicie estudios con la firme convicción que se prepara para servir conforme sus dones y talentos donde Dios lo coloque , para ser luz en vez tinieblas, para ser de bendición a otros y recibir bendición realizando su trabajo, cualquiera que este sea. Si usted descubre aquellas cosas para las cuales se le ha entregado habilidad y la usa en beneficio de otros, conocerá tal satisfacción , que no puede ser comprada con dinero. "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas..." Eclesiastés 9:10.

José Alejandro Vargas