Algunos estudiosos del comportamiento afirman que cuando un bebé es puesto frente a un espejo no se reconoce a si mismo, mira y disfruta viendo la imagen que allí se refleja, le sonríe a la persona que ve sin saber que es su propia imagen. No obstante con el paso del tiempo la expresión de su cara cambia porque empieza a reconocer su figura y sus movimientos. Su rostro parece decir "ese soy yo".
Cuantas veces usted ha leído ciertos pasajes de la escritura y los observa como bonitas lecciones o historias antiguas sin darse cuenta que su propia vida o sus circunstancias actuales están allí reflejadas.
Acompáñeme a Jeremías capítulo 18 y permita que el Espíritu Santo le revele los resultados de visitar el taller del alfarero.
El torno de Dios
“Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y desciende a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Descendí a casa del alfarero, y hallé que él estaba trabajando en el torno” Jeremías 18:3
El torno artesanal es una máquina con dos discos cuya velocidad depende del pie del alfarero. La calidad y celeridad en la obtención de resultados depende directamente de la pericia de la persona que está manejando el torno.
Estimado lector le tengo noticias, Dios está trabajando en su vida, usted es la figura que el divino alfarero está trabajando en su taller.
Usted tiene un propósito en la tierra y sólo será feliz y pleno en la medida en que se encamine al cumplimiento de su misión en la vida. El verdadero propósito solo lo conocemos o entendemos cuando nos acercamos a Dios y permitimos que el obre en nosotros, por nosotros y at través de nosotros para sus eternos designios.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1:6
La vasija se echó a perder
“Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en sus manos, pero él volvió a hacer otra vasija, según le pareció mejor hacerla” Jeremías 18:4
Quizás al analizar su vida vea fracaso. Ha oído o sabe que Dios tiene un plan con usted, pero al mirar su presente se da cuenta que ese plan se ha malogrado. Probablemente usted hoy atraviesa por tiempos de crisis o desesperanza, el enemigo le dice que usted es un caso perdido y que sus sueños y su misión en la vida nunca se harán realidad.
Cuando una obra de arte, sufre algún golpe, se resquebraja, o se despinta, es enviada a restaurador,
quien con su habilidad, logra que los daños desaparezcan y vuelva a ser la misma pieza que salió de las manos de su creador.
Hay sólo un camino cuando la vasija esta quebrada, debe ir al alfarero y Él la reparará con la pericia de sus manos y sus instrumentos.
Dios le enseñó a Jeremías y a todas las generaciones venideras que Él no desecha el barro, el alfarero tomó la misma materia prima e hizo una nueva vasija mucho mejor que aquella que se echó a perder.
Si ha fracasado, si siente que ha fallado, que ha perdido su tiempo o malgastado su vida, deseo presentarle al Dios que da una nueva oportunidad, al Dios que cambia los grandes fracasos en bendiciones, al Dios que no desecha el barro y se atreve a volver a construir.
La casa del alfarero es la presencia de Dios
Si necesita restauración debe ir a la casa del alfarero, la dirección de dicha casa es la presencia misma del Dios viviente. Cuando queremos transformaciones en nuestras vidas, cuando deseamos cambiar actitudes, fallas y errores en nosotros debemos buscar la casa del alfarero, es decir su presencia para que allí con sus manos él cubra toda grieta que debe ser reparada. Termino este artículo citando tres de los beneficios que usted y yo podemos recibir cuando llegamos ante la presencia del Señor.
· La presencia de Dios trae descanso. Éxodo 33:14. Vivimos en un mundo agitado, se nos exige hacer muchas cosas en poco tiempo, las presiones son muchas, las desilusiones abundan, pero Dios hoy le promete “Mi presencia ira contigo y te daré descanso”
- La presencia de Dios trae gozo, Salmos 16:11, Si está deprimido, triste, temeroso, Dios quiere tocar hoy su vida. la Biblia afirma Que el gozo del Señor es nuestra fuerza, la alegría que el licor, los placeres, o la compañía de seres queridos produce es pasajera, sólo la presencia de Dios en usted la fortalecerá y alegrará en medio de los momentos de crisis y escasez.
- La presencia de Dios transforma, 2 Corintios 3:18, en la medida que usted comienza a estar regularmente en la presencia de Dios usted será transformado cada vez más a la imagen de Dios; su temperamento cederá para dar lugar al carácter de Cristo en su vida.
Apreciado amigo o amiga tómese unos minutos para orar, clame al Señor y permita que el Gran Alfarero ministre su vida en la gran rueda de la vida, allí Él podrá moldearlo con amor hasta hacer de usted lo que a Él mejor le pareció.
José Alejandro Vargas
Ministerio Agua de Vida