Las tormentas son aquellos problemas que vienen sobre nuestra vida y parecen hundirnos, son una fuerte tempestad a nuestro alrededor de la cual no encontramos una aparente salida, sin embargo hoy quiero hablarte de una manera muy sencilla para enfrentar esta “tormenta”.
Primero vayamos a una parte de la Biblia donde se presenta una tormenta. Mateo 8:23-25 “23-Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. 24- Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero el dormía. 25-Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos¡” la reacción natural del ser humano ante una tormenta es tener miedo, en especial cuando la tormenta es tan fuerte que nos cubre por completo, sin embargo en este pasaje encontramos una actitud de Jesús que nos enseña algo, ¿Por qué el estaba durmiendo? ¿Acaso no sabía que había una tormenta? ¡Claro que sí! Sin embargo el estaba esperando a que sus discípulos vinieran a El.
Muchas veces nosotros tratamos de enfrentar la tormenta con nuestras propias fuerzas y las gastamos en vano luchando contra algo que sabemos es mas fuerte que nosotros, pero a pesar de eso solo reconocemos que necesitamos la ayuda de Dios hasta que el agua nos da hasta el cuello. Dios sabe las tormentas que estas pasando, el conoce tus necesidades sin embargo el espera pacientemente a que tu le pidas su ayuda. Mateo 26-27 “26- El les dijo: ¿Por qué teméis hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. 27- Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?”.
Acabamos de decir que la reacción natural del hombre frente a una tormenta es sentir miedo sin embargo Jesús exhorta a sus discípulos y les hace una pregunta ¿Por qué tienen miedo?, si Jesús le hace a usted esa pregunta hoy, probablemente usted dirá, que es porque hay una tormenta y usted esta apunto de ahogarse. Sin embargo para Jesús esto no es excusa y puede a que usted le este pasando lo mismo que a los discípulos y se le olvidó quien es el que va en su barca. Los discípulos en su barca tenían nada mas ni nada menos que al hombre al que los vientos y los mares le obedecen, sabe una cosa mientras El esté en su barca usted jamás se hundirá. Ahora probablemente usted piense que decirlo es muy fácil pero otra cosa es ponerlo en práctica la respuesta para esto también esta en la Biblia.
Mateo 14:27-31“27-Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡tened animo; yo soy, no temáis¡ 28- entonces Pedro le respondió diciendo: ¡Señor, si eres tu manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29- Y él le dijo ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30-pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces diciendo: ¡Señor, sálvame! 31- Al momento Jesús, extendiendo la mano asió de él, y le dijo: ¡hombre de poca Fe! ¿Por qué dudaste? En este pasaje encontramos otra muestra del increíble poder de Dios, y también encontramos el secreto para caminar por encima de la tormenta, el secreto es la Fe, Pedro empezó a caminar muy decidido hacia donde Jesús estaba, sin embargo por un momento desvío la mirada y se fijo en la tormenta, entonces tuvo miedo y empezó a hundirse, esta parte es la más fundamental y es una de las verdades mas grandes que he podido encontrar, mientras usted tenga Fe y su mirada este puesta en Jesús, usted va poder pasar por encima de las aguas sin ningún problema, porque El lo estará guiando no importa que tipo de tormenta tenga usted al lado porque al frente suyo esta el Señor de señores el Rey de reyes, aquel al que los vientos, los mares y todo cuanto existe le obedece, diciéndole: “¡tened animo; yo soy, no temáis”, y así, con la mirada puesta en El usted jamás se hundirá por que tendrá la Fe suficiente para pasar al otro lado, de esta manera mi amado hermano es como usted puede tener paz en medio de la tormenta, Jesús es su paz, y hoy le invito a que deposite su confianza en El, es la mejor decisión que usted puede tomar, créame que jamás se arrepentirá.
¡DIOS LE BENDIGA!
Ministerio Agua de Vida
Juan David Jara Rosas