“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro ” Hebreos 4:14-15
Nuestro Señor Jesucristo fue tentado en todos los aspectos posibles, la Biblia relata que Satanás lo tentó después de un ayuno de 40 días, no obstante al resistir la tentación citando la palabra escrita, Satanás se alejó de Él por un tiempo.
Solo entendemos el trono de la gracia, cuando nos damos cuenta que nuestros propios méritos, esfuerzos y disciplina no son suficientes; solo manifestamos a otros la gracia y la compasión cuando nos hacemos con conscientes que en nuestra carne no mora el bien.
La razón por la cual tú caminas hoy con el Señor, oras, lees la Biblia y tienes fe, es porque Él te ha buscado, y está trabajando en ti. El trono de misericordia sigue disponible, si te has alejado.
Él te acerca hoy, si en este momento flaqueas quiero que sepas que él se compadece de tus debilidades y te dice “Yo te sostengo”, “Yo sé por lo que pasas”, “no dependas de tus fuerzas, Yo Soy tu fortaleza.”
Nuestro orgullo espiritual cede cuando la gracia de Dios, su misericordia, el regalo inmerecido, se manifiesta en nosotros.
Tú y yo somos deudores, pero deudores que fueron perdonados, deudores que no son perfectos pero en los cuales la gracia de Dios se ha manifestado. Hoy podemos saber que Él nos ama, que trabaja en nosotros porque sencillamente le plació. A Él sea toda la gloria.
Alejandro Vargas
Te invito a ver un vídeo clip apropiado para el devocional de hoy