“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” Lamentaciones 3:22-23
Alguna vez le preguntaron a un pastor de más de ochenta años, cuál era la sensación que más le gustaba; Él respondió sin dudarlo: la sensación de alivio.
Hacía referencia a ese descanso que se puede experimentar en medio de un dolor o una lucha profunda.
Mientras escribo esto atravieso una de las semanas más difíciles de mi vida, quizás la más difícil; pero le puedo testificar que la misericordia y el sustento de Dios es abundante en estos días.
Cada amanecer me recuerda que Dios es bueno, que el Señor fiel, que Él cumple sus propósitos y aunque sus caminos son complejos y muchas veces inentendibles podemos depositar en Él nuestra fe porque cada día son nuevas sus misericordias.
Algunos de los que leen este mensaje se cuestionan acerca de sus logros, de sus vidas, de sus relaciones con los demás; por favor descanse hoy en Dios, entregue el control de su barco, Él le revelará lo que realmente es importante y le llevará a madurar para su gloria.
Creó en un Dios que sana, creó en un Dios que hace milagros, creó en un Dios que protege pero también creó en un Dios que nos moldea a la imagen de su hijo, así sea a un costo elevado, debido a que este es uno de sus propósitos fundamentales.
Termino esta reflexión citando a John Oxenham un hombre de Dios que vivió por allá en 1613:
“ Él escribe con caracteres demasiado grandiosos
que nuestra corta vista no llega a comprender;
nos valemos de nuestros débiles trazos,
y tratamos de desentrañar todo el misterio
de las marchitas esperanzas de muerte, de vida,
de guerras interminables, de lucha improductiva.
Pero allá , con visión ensanchada y más clara veremos esto:
Que Dios obró bien.
Que Dios obro bien”
Bendiciones en este día
Alejandro Vargas