“Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.” Josué 14:10-12
Un anciano de 85 años le pide a su líder Josué que le permita ver cumplida la promesa que el Señor le hizo. Él le recuerda a su líder que 45 años atrás él divisó la tierra prometida y recibió una palabra de Dios de que ese lugar sería para su pueblo.
¿Hablo a personas que se sienten viejas?
¿Hablo acaso a personas que se dejaron convencer que sus mejores años se fueron y solo los espera el declive?
¿Hablo a alguien que se dejó convencer que es muy viejo para emprender cosas nuevas, para ver cumplida la visión de Dios en su vida?
El Espíritu santo me motivó a decirle que sus mejores años no se han ido, ¡Están por venir!
Ese anciano que le mencioné fue el valiente hombre de Dios Caleb, ¡Caleb se levantó y tomó el monte a los 85 años!
Ahora es su turno, levántese, ore conmigo y diga no importa mi edad, no importa lo que otros digan, ¡Tomaré ese monte, el Señor estará conmigo!
Bendiciones
Alejandro Vargas
Pastor General
Agua de Vida
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